Así fue la entrega de Pimpo a las autoridades

Noticias País, República Dominicana, Santo Domingo. En una intervención que combinó coordinación mediática y gestión directa con las autoridades, se concretó la entrega voluntaria de Pimpo el Haitiano, uno de los prófugos más perseguidos en el país en los últimos meses, cuyo historial y permanencia en la clandestinidad habían generado amplios despliegues policiales y atención pública.

El hecho fue documentado en su totalidad por el canal Capricornio TV como parte del primer capítulo de la serie Prófugos, dejando constancia de cada fase del operativo, desde la negociación inicial hasta el ingreso del detenido al Palacio de la Policía Nacional.

La planificación de esta entrega comenzó días antes, tras un intercambio de mensajes entre el comunicador y el prófugo, quien anteriormente había concedido entrevistas a distancia.

Esta vez, Pimpo decidió permitir un contacto presencial para facilitar su traslado bajo condiciones controladas. Según el relato, la zona donde permanecía oculto se encontraba bajo un estricto cerco de seguridad, con unidades tácticas desplegadas, helicópteros sobrevolando el área y presunta presencia de tiradores selectos.

De acuerdo con las declaraciones del detenido, su decisión estuvo motivada por la detención de sus padres, quienes, según él, no tienen vinculación con los hechos que se le imputan.

Este hecho, dijo, precipitó su determinación de poner fin a la persecución, considerando que continuar prófugo exponía a sus familiares a nuevas acciones policiales.

El encuentro se fijó en el sector “El Quilombo”, un punto históricamente señalado como de alta peligrosidad. En el lugar, el prófugo apareció de forma inesperada vistiendo un chaleco antibalas y portando un arma de fuego.

La entrega de este armamento se realizó frente a las cámaras, bajo el argumento de documentar el acto y garantizar la cadena de custodia antes de su traslado oficial.

El procedimiento de salida del barrio se ejecutó con celeridad, luego de que vecinos alertaran sobre la proximidad de patrullas y posibles unidades encubiertas.

El comunicador, acompañado por un reducido equipo, condujo al prófugo hacia la sede policial siguiendo un plan previamente acordado para minimizar cualquier riesgo de confrontación.

Durante el trayecto, Pimpo ofreció una amplia narración de su vida en fuga, asegurando que durante todo el periodo se mantuvo en su comunidad con el respaldo de residentes, lo que —según él— dificultó las labores de captura.

Negó tener una trayectoria de múltiples asaltos y afirmó que la acusación que enfrenta corresponde a un único hecho derivado de disputas con grupos rivales.

En sus declaraciones, denunció presuntos vínculos irregulares entre algunos de sus opositores y miembros de cuerpos de seguridad, lo que, según su versión, condicionaba el accionar en su contra.

Aseguró que logró evadir varios cercos policiales gracias a su movilidad y a la decisión de no mantener acompañantes, reduciendo así el riesgo de ser delatado.

Al llegar al Palacio de la Policía Nacional, el vocero de la institución, coronel Diego Pesqueira, recibió formalmente al detenido, garantizando que se le respetarían sus derechos y que el procedimiento seguiría el protocolo establecido.

Como parte de este, se verificaron sus pertenencias y se recepcionaron las evidencias: un arma de fuego con cargador y un chaleco antibalas.

Pesqueira detalló que, antes de ser puesto a disposición del Ministerio Público, se le realizaría un examen médico, como parte de los procedimientos estándar en casos de detención voluntaria.

La entrega se desarrolló en presencia de medios de comunicación, lo que permitió documentar el estado físico del detenido al momento de su ingreso.

Antes de ser esposado, el imputado dirigió un mensaje a la juventud, exhortando a no involucrarse en actividades ilícitas y manifestando su intención de retomar la fe cristiana, un camino que, según recordó, había intentado seguir en el pasado.

Sostuvo que su principal objetivo era recuperar la tranquilidad de su familia y afrontar el proceso judicial con vida.

Este caso cierra uno de los operativos de persecución más difundidos en la República Dominicana, caracterizado por despliegues de alto impacto en zonas urbanas y rurales, sobrevuelos aéreos y participación de unidades especiales.

Ahora, el futuro judicial de Pimpo el Haitiano dependerá de las determinaciones del tribunal, mientras permanece bajo custodia y a la espera de medidas de coerción que definan su permanencia en el sistema penitenciario.

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