La comunidad del Ensanche Ozama permanece consternada tras la pérdida de Miguel Álvarez Coronado, un joven de 22 años que dejó de existir luego de una acción violenta ocurrida durante un asalto en la avenida Ecológica. El hecho se registró mientras Álvarez Coronado realizaba un pedido, utilizando su motocicleta para desempeñarse como conductor de la plataforma Uber.
De acuerdo con la versión de sus familiares, el joven se encontraba acompañado por su esposa al momento del suceso. Según relató su tía, Cristina Toribio Facundo, Álvarez Coronado era un joven «muy sano, de la iglesia» y padre de un bebé de tan solo dos años, características que reflejan el impacto emocional que su pérdida ha generado en el entorno familiar y comunitario.
El incidente se desencadenó luego de que la pareja se detuviera a cargar combustible. Dos individuos, a bordo de otra motocicleta, que se encontraban en la estación, presuntamente los siguieron. Poco después, los interceptaron con la intención de despojarlos del vehículo, iniciando un momento de tensión que terminó con consecuencias fatales para el joven trabajador.
La esposa de la víctima detalló que los responsables actuaron con rapidez y violencia, señalando que ambos les rogaron que no les hicieran daño, explicándoles que eran evangélicos. Aun cuando uno de los infractores, que viajaba como acompañante, dijo «vámonos», el conductor del vehículo de los implicados realizó varios detonaciones con un objeto de fuego justo cuando se retiraban del lugar, alcanzando a Álvarez Coronado.
El joven quedó gravemente herido y fue abandonado en la vía mientras su esposa pedía ayuda desesperadamente. La tía de la víctima lamentó que, pese a los esfuerzos de la mujer por solicitar auxilio, «nadie se paró» a asistirlos, situación que agravó el desenlace y dejó a la familia sumida en el dolor.
Hasta el momento, la Policía Nacional no ha emitido un informe oficial sobre el caso. Se espera que las investigaciones avancen para identificar y detener a los responsables de esta acción violenta que ha generado pesar en la comunidad y reavivado el llamado ciudadano a fortalecer la seguridad en las calles de Santo Domingo.
