La mañana del sábado 18 de octubre de 2025, una niña de 10 años fue encontrada sin existencia en su vivienda ubicada en la calle José Martín, del sector Villa Cerro, en Higüey. La menor, identificada por las iniciales Y. G. M., fue localizada dentro del hogar que compartía con su familia, lo que provocó gran consternación en la comunidad.
Según las primeras indagaciones, la causa de la pérdida fue un compromiso respiratorio por constricción del cuello, y el principal sospechoso es su hermano de 15 años, identificado como L. V. G. Las autoridades iniciaron de inmediato las investigaciones para esclarecer las circunstancias del hecho y determinar con precisión la responsabilidad del adolescente en este episodio fatal.
El abuelo de los menores declaró que el adolescente presenta problemas de salud mental y se encuentra bajo tratamiento psicológico. Esta información ha sido considerada por los investigadores al momento de evaluar la situación y tomar decisiones sobre la custodia y la detención del joven, mientras se desarrolla el procedimiento judicial correspondiente.
El adolescente fue detenido por las autoridades y trasladado a la Subdirección Regional de Investigación de la Policía Nacional en La Altagracia. Allí, los oficiales están profundizando en las pesquisas para obtener evidencia y documentación que permita esclarecer el hecho, determinar responsabilidades y comprender los factores que llevaron a esta tragedia familiar.
Los investigadores trabajan con la familia para recopilar información sobre la relación entre los hermanos y cualquier antecedente que pueda ser relevante para el caso. Se busca reconstruir los hechos de manera precisa, siguiendo los protocolos legales y garantizando que las diligencias respeten los derechos de todos los involucrados.
La comunidad de Higüey ha mostrado preocupación por la seguridad y el bienestar de los menores, mientras las autoridades aseguran que se están tomando todas las medidas necesarias para prevenir incidentes similares. El caso permanece bajo investigación activa, y se espera que en los próximos días se presenten resultados preliminares sobre la situación del adolescente y las circunstancias que condujeron a la pérdida de la menor.
El hecho ha generado un llamado a reforzar la vigilancia y la atención a la salud mental de los jóvenes, así como a implementar estrategias de protección dentro del entorno familiar y comunitario, buscando evitar que se repitan episodios que puedan culminar en pérdidas irreparables y situaciones traumáticas para los familiares y vecinos.
